¿Como saber si a mi gato le duele algo?
Si ves en tu gato un cambio brusco postural y gestos raros con respecto a su anatomía son signo de que algo está fallando, y debes de estar alerta ante estas señales que indican que a tu gato algo le duele.
Una nueva investigación señala los signos de cambio de comportamiento que tiene tu minino ante el dolor.
Un grupo de veterinarios internacional ha hecho una nueva investigación con respecto a las señales de comportamiento que indican que al gato le duele algo, y han publicado sus conclusiones.
¿Cuales son las señales para saber que a mi gato le duele algo?
Las señales han sido clasificadas entre signos “suficientes” (su presencia indica que el gato sufre, pero no necesariamente presente en todas las situaciones de dolor) y signos “necesarios” (necesarios si hay presencia de dolor, pero no siempre indicativos de dolor).
El equipo liderado por la doctora Isabella Merola y el profesor Daniel Mills de la Universidad de Lincoln han identificado 14 señales que pueden indicar que los felinos pueden estar pasándolo mal:
1. Cojera
2. Dificultad para saltar
3. Camina con anormalidad
4. Va cabizbajo o encorvado
5. Está reacio a moverse
6. Reacciona a la palpación en alguna zona del cuerpo
7. Se retira o esconde más de lo normal
8. Ya no se asea o se lame efusivamente y con obsesión solo una parte de su cuerpo
9. No tiene apetito o ha cambiado mucho su manera de alimentarse
10. No tiene motivación para el juego, si su actividad en general disminuye mucho
11. Evita ir a frotarse contra la gente
12. Su comportamiento cambia y está irritable
13. Su peso cambia drásticamente
14. Gruñe o se queja con más frecuencia de la que estamos acostumbrados a oírle
Estos son algunos de los signos que indican que deberíamos llevar a nuestro gato al veterinario, ya que son indicativos de que le puede estar sucediendo algo.
Otras señales de comportamiento felino como estar más tiempo de pie, buscar más contacto con el humano, tener más apetito, dormir más o menos, ir con la lengua fuera o la boca medio abierta o rechinar los dientes, por poner unos ejemplos. No es necesariamente indicativo de una dolencia en el gato, según los investigadores de este estudio.
Fuente: lavanguardia.com