4 beneficios positivos de tener un gato para los niños
Además de ser excelentes compañías para el juego, los gatos son verdaderos ejemplos para los niños. Y es que entre otras cualidades, estos animales, destacan por su misterioso ser…
Por ello, aunque no lo creas, existen beneficios de los gatos con los que podemos comenzar a formar conductas y hábitos para nuestros hijos.
4 beneficios de los gatos hacia los niños.
Los michis, por lo general, rigen su vida por horarios a los que los están acostumbrados, es decir, su reloj biológico les indica cuál es su horario habitual para comer, dormir y jugar.
Beneficios positivos hacia los niños:
1. Los horarios del gato:
En esta condición puedes apoyarte para influir en el niño. Recuerda que si rompes estos horarios, tu gato puede padecer de estrés, la cual si no es advertida a tiempo traerá efectos negativos.
Manejar el tiempo y programarse para sus obligaciones son otras habilidades que podremos desarrollar en el pequeño a través de nuestro gato.
Si el niño desea jugar con el gato, puedes habituarlo a que haga sus tareas, antes, para que después pueda compartir tiempo con el michi.
2. Ayuda en los cuidados del gato:
Al igual que el resto de los animales domésticos, los gatos necesitan de cuidados para mantenerse saludables y con un pelaje hermoso.
El niño puede apoyarte con estas actividades y crearle responsabilidades. Intenta vincularlo además con los cuidados veterinarios. Esto, además de aumentar sus conocimientos, le ayudará a cuidar mejor a los gatos y a ser más consciente con sus acciones.
3. Influencia de la higiene del gato:
Como lo indicamos anteriormente los michis son ejemplo de la limpieza. Es fácil percatarse que pasan la mayor parte del tiempo acicalándose y lavándose su cuerpo con la lengua.
A través de ello, podemos potenciar la higiene personal del niño y su interés por mantener limpio el entorno. Los gatos son muy limpios, al punto de rechazar los comederos sucios y las cajas de arena sucias.
4. Menos problemas de salud para el niño:
Un estudio realizado por la Universidad de Finlandia entre 397 niños menores de un año demostró que los bebés que conviven con un perro o un gato tienen menos problemas de salud y, por supuesto, crecen más fuertes.
El sistema inmunológico de los niños también se fortalece con los paseos que realizan cuando acompañan a los gatos o perros en sus recorridos diarios.
El intercambio del niño con el gato es una manera divertida de ejercitar su cuerpo y desarrollar sus potencialidades. Además, ambos liberarán energía durante el juego, al tiempo que evitarán el estrés.
Fuente: mundogatos.com
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